miércoles, 29 de abril de 2015

JUEGOS PARA PROFUNDIZAR EN LAS UNIDADES DE MEDIDA

Aquí os copio el enlace de una página, buscada por vuestro compañero Hugo de 5ºA, para trabajar las UNIDADES DE MEDIDA. Es muy divertida.
http://www.mundoprimaria.com/juegos/matematicas/magnitudes-medidas/5-primaria/105-juego-relacion-unidades-longitud/index.php

martes, 3 de marzo de 2015

NUESTRAS NORMAS DE CLASE

Estas son nuestras normas de clase... Nos sirven para trabajar bien y que todo vaya de MARAVILLA!!

NORMAS DE CLASE       6º A
Respetar a todos mis compañer@s (sus cosas, su forma de ser…).
Pedir el turno de palabra cuando quiera hablar.
Trabajar en equipo en todo momento, siendo feliz y disfrutando mientras trabajo
a. Cuidar el tono de voz para el trabajo con mi grupo.
b.Relacionarnos bien con todos los miembros del grupo. 
Escuchar y atender a los profesor@s y compañer@s.
Ir en silencio por los pasillos y sin comer.

Curso 2014- 2015

CONCURSO: CUENTOS DE NAVIDAD.

Aquí adjuntamos unos cuentos preciosos creados por MIS ALUMNOS Y ALUMNAS. Realizamos un concurso la última semana se diciembre y, entre sus compañeros y compañeras, eligieron los mejores. Todos los cuentos están recogidos en un HERMOSO CUENTO GIGANTE DE NAVIDAD en nuestra clase. ¡GRACIAS A TODOS!
Mª Ángeles Pavón


CUENTO DE NAVIDAD
Érase una vez, un niño que se llamaba Pedro.
Pedro no creía en Papá Noel, Pedro se fue a Nueva York. Tenía que pasar por  el triángulo de las Bermudas y el piloto decidió desviarse para no pasar por ahí, pero no pudo y se perdió. El avión aterrizó en el polo norte y Pedro no veía nada sólo nieve y una gran montaña, todas las personas que iban en el avión decidieron que deberían cruzar la montaña y ver si había gente.
Estaban subiendo cuando hubo una gran borrasca, no veían nada y las arrastró hacía abajo.
Cuando pasó la borrasca subieron otra vez la montaña y lo consiguieron.
Allí había una casa llamaron y era Mamá Noel pero ellos no lo sabían les contaron lo que les había pasado y les dejó entrar, su casa era muy grande, allí cabían todos y más.
Cuando llegó Papá Noel de su fábrica y se encontró a tanta gente allí se asustó y Mamá Noel dijo que no pasaba nada que eran unos forasteros que su avión se había estrellado y no tenían donde dormir. Papá Noel dijo que vale pero que el niño que había no creía en él. Porque cuando se acercó no le había brillado el cristal que le brillaba cuando un niño cree en él. Papá Noel dijo también que aquel niño por la mañana iba a creer en él.
Cuando se despertó creía que era su padre o madre pero Papá Noel dijo tírame de la barba y verás que Papá Noel existe. Le tiró de la barba lo más fuerte que pudo pero no se la pudo quitar. Le tocó la barriga y vio que no era un cojín y desde ese día  Pedro creyó en Papá Noel.


Celia Racero San Román

¡FELICIDADES CELIA!

EL MEJOR REGALO DE NAVIDAD
Había una vez un niño llamado Jaime que de chiquitito le encantaba la Navidad. Pero fue creciendo y ya tenía de todo, así que ya no le hacía ilusión.
Su padre y su madre eran abogados y siempre viajaban por Navidad por cosas de trabajo. Siempre el día 24 de Diciembre se iban sus padres a Mónaco, Sevilla, Berna u otra ciudad. Se iban por la mañana temprano y el 25 le mandaban una carta a su hijo.
Llegó el día 24 y el niño vio como se iban sus padres, entonces no se lo pensó y salió corriendo. Bajó a la calle y no los encontró. Miro por los alrededores, siguió caminando pero se perdió.
No sabía dónde estaba ni qué hora era. Siguió caminando hasta la noche y en un parque se quedo dormido.
El niño se despertó y se encontró a sus padres y a un policía. Sus padres le cogieron de la mano y llevaban pegados una nota en sus manos que decía:
¡Feliz Navidad!
Y una firma:
Y todos los regalos le daba igual, el hecho de estar con sus padres hicieron sus mejores Navidades.

Javier Ruiz Garrido

¡FELICIDADES JAVI!

Las cinco puertas ¿Navidad Navidad?

Érase una vez un niño llamado Samuel que vivía en un campo en el cual destacaban unos grandes árboles que parecían perderse entre las nubes.
Le llamaba la atención un círculo que formaban cinco abetos en los que había cinco puertas  y en las puertas había diferentes dibujos, pero los signos eran ilegibles.
Un día, llamado por su curiosidad, se escapó de su casa acercándose a la arboleda que se alzaba imponente. Se acercó para observar los extraños símbolos comprobando que eran objetos cotidianos: un árbol de Navidad, una máscara teatral, el letrero de un circo, un parque de atracciones y un simple triángulo.
Con un movimiento de muñeca accionó el mecanismo que abría la puerta del letrero circense.
Encontró ante si un gran espectáculo que observó fascinado; hombres que tragaban espadas, payasos que paseaban en diminutos triciclos, hombres-bala que salían despedidos de la carpa en la que se encontraban, todo esto con un oscuro toque siniestro que hacía que sus huesos temblaran. Apareció delante suya una gran jaula con varios leones que desgarraron su camiseta. Él retrocedió asustado y calló en las garras de los extraños personajes que formaban el circo; intentaba escapar pero sus miembros no respondieron ya que los componentes del circo se habían convertido en una monstruosa planta que le introducía en su interior como si fuera una fina raíz. Pero si, su furia hizo que pudiera liberarse de las enredaderas que lo unían a ese horrible lugar… pero la puerta estaba lejos… parecía alejarse a medida que se acercaba y tuvo una brillante idea que lo salvó.
Arrastrando como pudo el cañón que tenía enfrente suya se vistió con el traje ignífugo y apuntó con el cañón hacia la puerta por la que entró.
Y empezó a correr. Corrió como si le fuera la vida en ello y decidió no volver a abrir puertas que no sabía hacia donde llevaban.  Y así lo hizo.
Cuando superó el susto cerró como pudo la puerta del circo para que nadie corriera la mala suerte de pertenecer al terrorífico circo del que un día logró escapar.

Cuando pasó mucho tiempo, movido por la curiosidad de saber que había tras la puerta del árbol con el dibujo del árbol de navidad volvió a entrar en el círculo de abetos y cruzó la puerta…y se adentró en una brillante masa luminosa que se movía rápidamente.
Cuando terminó el traqueteo abrió los ojos y se encontró dentro de una extensa y colorida fábrica de juguetes en la cual había tres figuras observando en las alturas: un anciano, un adulto y un joven. Eran muy distintos puesto que pertenecían a diferentes razas; el anciano parecía del norte de Europa, el adulto del suroeste de Asia y el joven centroafricano.
Acertó pensando que eran Los Tres Reyes Magos aunque no tuviera muy clara su existencia. Saludó a éstos con un gesto de la mano y siguió avanzando a través de la estrecha galería que tenía ante si.
Se podía apreciar a través de sus longevas ventanas un precioso paisaje nevado con altas montañas, luces de colores y muchos muñecos de nieve, todo esto envuelto en un delicioso olor a chocolate caliente.
Tuvo que abandonar el espléndido lugar debido a la hora que era, pero ese espectáculo le devolvió la ilusión perdida desde hacía ya mucho tiempo.

Pasados los años, el niño ya hombre, seguía visitando a los Reyes Magos y a todos los personajes que había en ese lugar y disfrutando de un sitio donde siempre era Navidad.

                                                           Trinidad Pilar Delgado Tamayo

¡FELICIDADES TRINI!

UNA NAVIDAD SIN REGALOS
Erase una vez papa Noel. Era casi navidad, y tenía hachos todos los regalos. Un día se encontró a su mejor elfo: Miguel. Él le iba a decir el niño más malo y más bueno y en ese momento llego por detrás otro elfo dejando caer a papa Noel y se quedo inconsciente. Cuando despertó vio a Miguel riéndose malvadamente delante de papa Noel. Se quito una especie de orejas de pega, la nariz y los zapatos.
Era un enano, al igual que todos sus demás elfos.-El niño más bueno, el de siempre, y el malo: un niño español llamado Nicolás-dijo Miguel. En la otra punta del mundo estaba Nicolás con sus pedorretas, bromazas, palabrotas y cortes de manga. Ese día le habían puesto tres partes y expulsado del colegio en dos horas. Esa noche Nicolás soñó con papa Noel.
En el sueño decía: -Se que esta navidad quieres tener regalos pero si los quieres te los tienes que ganar con el corazón –dijo papa Noel.
 Al despertar Nicolás encontró un regalo que brillaba. Al abrirlo vio un reloj, el se esperaba otra cosa y lo lanzo con toda su fuerza contra la pared rompiéndolo en el intento. Dentro había una nota en la que decía: Cuando marque  dos veces las doce tú viajaras al polo norte.
A las doce Nicolás sintió un cosquilleo y BUM una onda azul la llevo a la habitación donde estaba encerrado papa Noel, le desato y él le conto el plan de Miguel: que nadie tuviera regalos.
Abrieron la puerta, no había nadie excepto un guardia, entonces, Papa Noel le derribó con la barriga y Nicolás avistó los regalos. Corrió, los cogió y PLAFFFFFF estaba en su habitación se fue al árbol y se encontró una montaña de regalos. Gracias a él…
Jaime Díaz Villalba

¡FELICIDADES JAIME!